viernes, 22 de abril de 2011

HOY AL DESPERTAR


Hoy al despertar, tengo la sensación de que es mí primer día en este mundo, lo primero que pienso es en ti y sorpresivamente una sonrisa aparece en mi rostro. Mientras me baño pienso en lo mucho que he llegado a amarte y en lo maravilloso que es Dios porque me ha permitido conocerte.


Mientras desayunaba imagine que estabas a mi lado, te vi a los ojos y te tome de la mano tratando de mostrar un “TE AMO” sin la necesidad de hablar y fue el día más feliz de mi vida tan sólo porque estabas ahí. Me despido con un beso pues tengo que salir, pero te vas conmigo, en mi mente; te abrazas a mi corazón y me pongo de perfume tu olor.

Ya estando en mi trabajo me tengo que concentrar, pensar en mis deberes, pero tengo un minuto y te vuelvo a pensar, dibujando esa sonrisa una vez más.

El tiempo avanza, me muero por llegar a casa y encontrarte en esa máquina. Pero no puedo verte, parece que aún no estás.

"No te pido que me entiendas, aunque lo quisieras nunca lo harías..."Intento Concentrarme, las horas no transcurren, no les importa lo que siento por ti. Justo cuando creo que tal vez hoy no podríamos hablar escucho el sonido que me indica que por fin estas aquí y yo, recobro las energías, me siento revivir.
Una vez más creo en los milagros tan sólo porque estás aquí, conmigo. Te leo y me siento la mujer más feliz del mundo y es así como soy inmensamente feliz. El tiempo avanza y la hora llega una vez más, ahora eres tú quien se tiene que marchar, quisiera que no fuera así. Pero Dios nos ha prometido un nuevo día y es entonces cuando puedo creer que lograre dormir.

Por ahora ya no estás, camino a mi cama y sólo puedo pensar: ¿por qué no le pido que se quede conmigo? Pero esta vez en un lugar donde no podamos ver al tiempo pasar.

Mientras digo mi última oración, le pido a Dios me lleve a tu lado, que cuide de ti y le suplico por ese “mañana” que por ahora significa todo para mí.

"mucha gente más, se preguntan el porqué..." "yo sé que puede que no sean razones suficientes..."
Mi cama está vacía, a pesar de las ropas el frío se hace presente. Abrazo mi almohada para no sentir tu ausencia y una lágrima corre por mi mejilla. Hoy sé que quiero una vida contigo, me encantaría estar a tu lado y hacer todo cuanto pueda por verte feliz.

Yo sé que tú y mucha gente más, se preguntan el porqué, hoy te lo voy a tratar de explicar: mi día no es el mismo cuando no estás, me gustaría poder mostrarte mi corazón, que vieras que lo único que pretendo es ser feliz contigo y por ti, que me duele y me angustia el no saber de ti. He llegado a amarte de un modo tan honesto y verdadero, y sólo porque has sido transparente conmigo, yo me enamoré de tu alma, admiro a ese hombre que me dice las cosas tan claras, sin temor de nada, que me habla y con cada palabra me marca el corazón, que me enamora con cada respiración, que me muestra el otro lado del espejo, que me regala su valioso tiempo, que ha visto en mí lo que no he querido mostrar por temor a ser lastimada, que me escucha, que me hace sentir que puedo amar, que me hace sonreír de sólo pensar en él, que aunque lo pretenda jamás podría olvidar, yo sé que puede que no sean razones suficientes pero ahora soy yo quien muere por ti, ahora soy yo quien te suplica te quedes aquí. Sé muy bien que la duda siempre existirá pero déjame mostrarte que muchos se van a equivocar, que te pido te sientes cómodamente a esperar la razón para dejarme de amar porque te aseguro que eso no pasara. Hoy elijo amarte sin condiciones, sin medida, sin motivos, sólo amarte. Sé muy bien que las cosas no serán fáciles, pero nada en esta vida lo es y estando contigo qué más podría pedir…

No te pido que me entiendas, aunque lo quisieras nunca lo harías. Sólo yo sé cuánto es que te amo y lo que ahora siento por ti. Si aún así tú no quisieras estar conmigo viviría eternamente agradecida por haberte conocido, pero bien sé que no podría volver a amar.

Ahora sé que puedo morir tranquila pues creo que sabes que sólo vivo por ti.

Amor, no me despido, sé que Dios no nos puede negar la oportunidad, más sí te digo que te espero siempre, que eres todo cuanto amo, que no pierdo la fe, que te ruego confíes en mí, que me ames, que no te vayas de mí…
Por mí no te preocupes, tú lugar es en mí corazón, y nuca lo perderás.



“El amor no mira con los ojos, sino con el alma“.